jueves, 29 de agosto de 2013
¿Dónde encontraste esa planta?
Por diferentes motivos(todos por placer, afortunadamente) he visitado la sierra en varias ocasiones este verano y también tuve la fortuna de trabajar de maestro por esa zona cuando era interino. La última vez que he estado ha sido este fin de semana pasado en la feria de Aracena invitado por unos amigos/as. Otro amigo que también venía publicó un acertadísimo comentario en Facebook de agradecimiento a estos amigos/as que tan amablemente nos abrieron las puertas de su casa y su pueblo. C. en su comentario hacía alusión a cómo nos trataron y rápidamente pensé que mi amigo C. había visto lo mismo que yo, aunque podamos llamarlo de diferente manera.
Siempre me ocurría lo mismo cuando estaba por Aracena y otras aldeas de la sierra, siempre veía una planta difícil de ver. La vi en el colegio de los Marines, del Castañuelo, en el instituto de Jabugo y en las casa de mis amigos de Aracena e Higuera.
Seguro que existe esa planta en otros muchos lugares, donde también la he visto, como en el pueblo donde trabajo actualmente, pero sobre todo la veo en abundancia cada vez que voy a la sierra.
No puedo generalizar, claro está, de que todo el mundo en la sierra tenga esa planta, pero se ve por muchas esquinas, senderos, plazas...etc. También lo recuerdo con cariño cuando vi la planta en los coles, qué gozada trabajar en esas aldeas, todo a un ritmo diferente, aunque reconozco que estoy acostumbrado y necesito el ritmo frenético de los coles más grandes.
Pero lo más curioso de todo y lo que más me sorprende, es que no saben que la tienen...la RARA PLANTA DE LA FELICIDAD, por eso creo que crece.
Si alguna vez la encuentras, se cuidadoso con ella, riégala a diario y hazla partícipe a las personas que te rodean.
martes, 20 de agosto de 2013
A veces sales en nuestras conversaciones.
Esta mañana me he llevado una inmensa alegría. Entré en el polideportivo de mi antiguo barrio donde me crié para reservar pista de pádel. En la puerta ya me paré a saludar a los trabajadores que hacía tiempo que no veía, teniendo en cuenta que eché los dientes en ese polideportivo, todo el santo día alli jugando, guardo buenos recuerdos y vínculos de amistad con ellos.
Pues eso, que estaba en la puerta charlando cuando de repente veo salir de la pista a C. antigua alumna del cole de mi barrio donde estuve dando clases hace unos años. No la veía desde entonces, unos 6 años aproximadamente, aunque se de ella por los periódicos locales ya que es una gran jugadora de bádminton. Me dio mucha alegría verla, que al momento me recordara y rápidamente me preguntara que dónde estaba que cómo me iba, lo mismo que yo a ella.
No me sorprendió lo que me iba contando, ya que en primaria siempre fue una alumna excelente. Me dijo que entrenaba a diario en verano y que se levantaba todos los días a las 8 de la mañana para venirse con su madre a la ciudad, ya que ahora estaba fuera en el verano. Me dijo, "sabes maestro, cuando la gente me pregunta que cómo empecé en esto del bádminton tú siempre sales en las conversaciones, cuando nos llevaste a la carrera de la universidad y me decías que por qué no practicaba atletismo, que tenía unas condiciones excelentes para cualquier deporte. Justo en esos años también empecé con el bádminton y siempre me decías que si estaba a gusto y me gustaba que no lo dejara, que lo importante era tener interés y practicar cualquier deporte adecuado a la edad."
Recuerdo que su madre y padre estaban muy implicados en la educación de C. una alumna brillante en un centro educativo de barrio medio-bajo, en el cual C. se movía como pez en el agua, ya que siempre trató y se relacionó por igual con todos sus compañeros/as, fueran de la condición que fueran, siempre tuvo esa habilidad de saber tratar con todos/as, algo fundamental hoy en día en la vida, la excelente habilidad de ser una persona de recursos varios; algo de lo que estoy totalmente convencido, y es una opinión personal, que sólo te da la Escuela Pública.
Considero que una de nuestra labor como docente de educación física es saber trasladar nuestras clases al tercer tiempo pedagógico, ese tiempo que es libre para el alumno/a, sus tardes y dentro de nuestra medida, aconsejar, animar, motivar, a que practiquen deporte por las tardes, que se sientan parte de un grupo.
Pues eso, que estaba en la puerta charlando cuando de repente veo salir de la pista a C. antigua alumna del cole de mi barrio donde estuve dando clases hace unos años. No la veía desde entonces, unos 6 años aproximadamente, aunque se de ella por los periódicos locales ya que es una gran jugadora de bádminton. Me dio mucha alegría verla, que al momento me recordara y rápidamente me preguntara que dónde estaba que cómo me iba, lo mismo que yo a ella.
No me sorprendió lo que me iba contando, ya que en primaria siempre fue una alumna excelente. Me dijo que entrenaba a diario en verano y que se levantaba todos los días a las 8 de la mañana para venirse con su madre a la ciudad, ya que ahora estaba fuera en el verano. Me dijo, "sabes maestro, cuando la gente me pregunta que cómo empecé en esto del bádminton tú siempre sales en las conversaciones, cuando nos llevaste a la carrera de la universidad y me decías que por qué no practicaba atletismo, que tenía unas condiciones excelentes para cualquier deporte. Justo en esos años también empecé con el bádminton y siempre me decías que si estaba a gusto y me gustaba que no lo dejara, que lo importante era tener interés y practicar cualquier deporte adecuado a la edad."
Recuerdo que su madre y padre estaban muy implicados en la educación de C. una alumna brillante en un centro educativo de barrio medio-bajo, en el cual C. se movía como pez en el agua, ya que siempre trató y se relacionó por igual con todos sus compañeros/as, fueran de la condición que fueran, siempre tuvo esa habilidad de saber tratar con todos/as, algo fundamental hoy en día en la vida, la excelente habilidad de ser una persona de recursos varios; algo de lo que estoy totalmente convencido, y es una opinión personal, que sólo te da la Escuela Pública.
Considero que una de nuestra labor como docente de educación física es saber trasladar nuestras clases al tercer tiempo pedagógico, ese tiempo que es libre para el alumno/a, sus tardes y dentro de nuestra medida, aconsejar, animar, motivar, a que practiquen deporte por las tardes, que se sientan parte de un grupo.