lunes, 31 de agosto de 2015

Mi primo Atilio.

   

     ¿Cuánto creéis que influye en vuestro bienestar laboral el tipo de compañero/a que tengas al lado?
Pierluigi era de los que pensaba que un porcentaje muy alto.

    Desde que empezó a trabajar siempre había tenido suerte con sus compañeros/as de nivel, aunque no continuamente en la misma medida, siempre mantenía relaciones positivas, amenas y respetuosas, llegando a enlazar  amistades verdaderas en algunos casos, como sus dos hermanas con las que seguía en contacto.

    Estos últimos cuatro cursos los pasó al lado de su primo Atilio( se decían primos al tener el mismo primer apellido y mantener lazos familiares lejanos comunes). Supieron al final del curso pasado que no seguirían de compañeros para el próximo y quizás nunca más. En las conversaciones posteriores de ellos, antes de terminar el cole, hablaron de lo curioso que fue para ambos recibir la noticia y justo al momento mirarse y saber lo que pensaban.

    Atilio podría ser por la edad el padre de Pierluigi, pero eran de mentalidad, forma de ver la educación y  la vida muy parecidas. Atilio, pelo plateado, mirada rápida y sonrisa contagiosa; a Pierluigi le gustaba interrumpir sus clases para decirle alguna tontería, chiste o chascarrillo y Atilio siempre lo escuchaba, nunca se molestaba, era un simple minuto que los dos tenían como norma no escrita, una visita rápida para sonreir.

     Eran dos buenos conversadores, sobre todo Atilio, al que Pierluigi escuchaba siempre atento en huecos de los lunes por la tarde; gran amante de los refranes, siempre tenía uno a mano, Pierliuigi se quedaba maravillado de todos los que se sabía y le gustaba mucho dos que eran de la madre de Atilio: "Hijo, con la cuchara que elijas tendrás que comer" y "Si quieres coger miel no pegues puntapiés a la colmena"

    A la hora de trabajar eran prácticos y aplicaban la lógica en las reuniones de su ciclo intentando que todo quedara claro y no durar más de lo debido. Iban al grano, intentaban economizar las reuniones para que les diera tiempo a corregir y programar su nivel.

    Los dos sabían que cuando se separaran de nivel seguramente todo cambiaría, estarían bien porque eran personas adaptativas pero la sintonía de los primos no se escucharía por su pasillo. Y les daba pena, porque trabajaban a gusto juntos, pero Atilio no eran reticente a los cambios, pensaba que llegaron juntos y su codo a codo fue de cuatro maravillosos cursos grabados en su memoria con miles de historias para ellos y que el ciclo de ellos juntos se cerraba allí e intuía que podría también ser su último año en el cole, aunque de eso no estaba del todo seguro.

QUÉ SUERTE TENERTE A MI LADO CUATRO CURSOS PRIMO ATILIO...nos vemos abajo, como siempre.